¡¡CIEN AÑOS DE LA REVOLUCION RUSA,
SON CIEN AÑOS DE INCONTENIBLE REVOLUCION PROLETARIA MUNDIAL!!

El Partido Comunista de Chile bajo la guía del marxismo leninismo maoísmo, principalmente maoísmo, saluda calurosamente a la Conferencia Internacional de Barcelona, convocada en conmemoración del centenario de la revolución rusa, en circunstancias en que se desarrolla un nuevo reparto imperialista del mundo, imponiéndose la necesidad de que el maoísmo sea mando y guía de toda revolución.

El Partido Comunista de Chile fundado por Recabarren en 1922, fue usurpado desde los años treinta por el revisionismo y convertido en un aparato electoral y colaborador con los sucesivos gobiernos de la gran burguesía, y desde el gobierno de Allende, como colaborador de la facción burocrática de la gran burguesía hasta hoy, facción burocrática que se sustenta en el monopolio estatal. En el año 2009 un destacamento de revolucionarios, decretó el inicio de la reconstitución del Partido de Recabarren, para rescatarlo de las negras fauces de los renegados revisionistas. El nombre de nuestro partido es Partido Comunista de Chile, sin apellidos, no buscamos distinguirnos por la etiqueta, en periodos prolongados las masas reconocen su vanguardia. La reconstitución del Partido Comunista se resume en tres cuestiones: enarbolar y desarrollar las ideas marxistas leninistas de Recabarren a la luz del maoísmo; aplicar el principio de construcción en función de la guerra popular por el poder; y en tercer lugar aplastar al revisionismo. Aplicamos el camino de cercar las ciudades desde el campo, y como distinción de los falsos maoístas que centran en ciudades, lo aplicamos desde la misma reconstitución, expresándose en el trabajo y en la construcción, como campo es principal y ciudad es complemento necesario. El centro de nuestro trabajo no es un blog o una web; nuestro trabajo consiste en movilizar, politizar y organizara las masas populares, en función de preparar el inicio y desarrollo de la guerra popular, y eso es lo que estamos haciendo. Somos opuestos a centrar en propaganda, Stalin dice no es suficiente propagandizar, hay que organizar. Quienes solo propagandizan terminan cabalgando sobre luchas ajenas.

Hemos definido tres etapas constitutivas de la reconstitución del Partido Comunista, y hoy bregamos por rematar el ingreso a la segunda etapa cumpliendo cuatro condiciones mínimas: primera, Línea política general y programa; segunda, sistematización de ideas erróneas y campaña de rectificación; tercera condición, desarrollo organizativo simultaneo; y cuarta, esquema de trabajo de la segunda etapa. Con optimismo, gran júbilo y alegría, y necesariamente en medio de dificultades, nos reafirmamos en la filosofía de la lucha, contra la parsimonia, la conciliación y la capitulación.

Este año se celebra el centenario de la revolución rusa. El imperialismo y el revisionismo, extienden su campaña negra contrarrevolucionaria, de desprestigio y alteración de los hechos. Para los comunistas la revolución rusa marca el inicio de una nueva era, la era de la revolución proletaria mundial. Por tanto no es una simple conmemoración, los 100 años de la revolución rusa son 100 años de lucha de la revolución proletaria mundial, por el barrimiento total del imperialismo, la reacción y el revisionismo, con rumbo inalterable hacia la sociedad sin clases, el comunismo.

El Presidente Mao planteó que la revolución rusa repercutió en todo el mundo inaugurando una nueva era, la era de la revolución proletaria mundial. El surgimiento de esta nueva era condicionó en América Latina, las luchas de clases en torno a la década del veinte y en particular se tradujo en que el proletariado de varios países conquistó su independencia política de clase, acontecimiento que en Chile se produjo con la fundación del Partido Comunista en 1922, por Luis Emilio Recabarren.

En esta nueva era asistimos a la potenciación de la violencia, en palabras de Lenin “la violencia acompañara inevitablemente a la bancarrota del capitalismo en toda su extensión y al nacimiento de la sociedad socialista. Y esta violencia llenara todo un período histórico mundial, toda una era de las guerras más variadas". El Presidente Mao señaló: “la historia conoce sólo dos tipos de guerras: las justas y las injustas. Apoyamos las guerras justas y nos oponemos a las injustas. Todas las guerras contrarrevolucionarias son injustas; todas las guerras revolucionarias son justas”. Oponemos la guerra popular a las guerras imperialistas de reparto como las que se desarrollan hoy en el oriente.

La revolución en las naciones oprimidas tiene particularidades en el tratamiento de la clase burguesa. Lenin planteó que la burguesía de las colonias y semicolonias tiene una doble faz,

“Entre la burguesía de los países explotadores y la de las colonias se ha producido cierto acercamiento, de modo que muy a menudo (tal vez en la mayoría de los casos) la burguesía de los países oprimidos, aunque apoye los movimientos nacionales, al mismo tiempo lucha de acuerdo con la burguesía imperialista, es decir, juntamente con ella, contra todos los movimientos revolucionarios y contra todas las clases revolucionarias”; y por tanto “los comunistas debemos apoyar y apoyaremos los movimientos burgueses de liberación en las colonias sólo cuando estos movimientos sean realmente revolucionarios, cuando sus representantes no nos impidan educar y organizar en el espíritu revolucionario a los campesinos y a las grandes masas de explotados”.

Aquí Lenin no dice dejarle la dirección de la revolución a la burguesía, dice apoyar el movimiento pero nosotros mantenemos la dirección de la revolución y la seguimos organizando. El Presidente Mao desarrolló estos planteamientos estableciendo las dos características de la revolución democrático-nacional,
"así, pues, la revolución democrático-burguesa de China tiene dos características fundamentales: 1) El proletariado o bien establece un frente único nacional revolucionario con la burguesía, o lo rompe cuando se ve obligado a ello, y 2) La lucha armada es la forma principal de la revolución”.

Claramente el Presidente Mao se refiere a la mediana y gran burguesía pues la pequeña burguesía es aliada del proletariado en todo tipo de país. En el caso de América Latina, José Carlos Mariátegui especificó que las grandes burguesías carecieron del sentimiento nacionalista que en aquellos años sí se presentaba en las grandes burguesías asiáticas, por lo que nunca fueron antimperialistas; y el camarada Gonzalo reafirmó que en la actualidad, el frente único solo es posible con la mediana burguesía (o burguesía nacional) y en ciertas circunstancias. Contrariamente el rastrero revisionismo plantea que las grandes burguesías si pueden ser antimperialistas y democráticas, por lo que el frente único con ellas si es posible, tanto para presentarse en elecciones como en apoyo a sus gobiernos, posición que en Chile les ha llevado durante 80 años de usurpar el nombre del Partido Comunista, a pretender arrastrar al pueblo chileno a participar en todas las elecciones y gobiernos burgueses hasta hoy.

En la nueva era inaugurada por la revolución rusa, la construcción del partido comunista es indesligable del aplastamiento del revisionismo. Desde la III Internacional, Lenin llamó a la reorganización de los partidos comunistas depurándolos, planteó la “ruptura completa”, el aplastamiento del revisionismo y toda clase de oportunismo. El Presidente Mao planteó que la construcción del partido y la revolución solo es posible aplicando la ideología, y por tanto desarrollándola; y que solo es posible aplicar y desarrollar la ideología, aplastando al revisionismo,

“En los planos ideológico, político y organizativo, la escisión entre los bolcheviques y los mencheviques en Rusia abrió el camino a la Revolución de Octubre. Si no hubiera habido lucha entre los bolcheviques y los mencheviques, si no hubiera habido lucha contra el revisionismo de la Segunda Internacional, habría sido imposible que la Revolución de Octubre triunfara. Luchando contra todos los revisionismos y todos los oportunismos, el leninismo nació y se desarrolló. Sin el leninismo no hubiera habido victoria de la revolución rusa”.

En síntesis, Lenin definió la significación internacional de la revolución rusa, en cuatro cuestiones: el partido comunista es siempre clandestino, se conquista el poder con violencia revolucionaria, se organiza el poder como dictadura del proletariado y aplastar al revisionismo en todas sus expresiones.

¡¡GLORIA AL MARXISMO, LENINISMO, MAOISMO!!
¡¡VIVA LA REVOLUCION PROLETARIA MUNDIAL!!
¡¡CONTRA LA CAPITULACION, APLASTAR AL REVISIONISMO!!

Partido Comunista de Chile
Octubre, 2017