¡Proletarios de todos los países, uníos!

¡APOYAR LA LUCHA DEL PUEBLO ÁRABE!
CONDENAMOS LA INTERVENCIÓN MILITAR DEL IMPERIALISMO YANQUI Y EL PLAN DE PARTICIÓN DE LIBIA

 

DENUNCIAMOS LA AGRESIÓN MILITAR DEL IMPERIALISMO YANQUI CONTRA LIBIA

Denunciamos: que, esta nueva agresión contra un país oprimido, es para asegurar el control de las fuentes estratégicas de materias primas y energía de la región, entre otros objetivos. A los imperialistas no les importa para nada la suerte del pueblo árabe y de ningún otro, ni que el pueblo de Libia y el de otros países árabes sea  sometido a regímenes fascistas y genocidas, como el de Gaddafi, en Libia, nunca les ha importado un bledo. Ahora, en concreto, el imperialismo aprovecha el desarrollo de la actual crisis en los países árabes para actuar en persecución de sus propios objetivos de superpotencia hegemónica única, ante la amenaza de la otra superpotencia atómica, Rusia, que ha aumentado su presencia en esa parte del mundo y, principalmente, contra la creciente amenaza del socialimperialismo Chino, cuyos representantes "van por África con la cartera abierta comprándolo todo".

Esta agresión militar imperialista revela, una vez más, los reales objetivos de toda la retórica del gobierno del genocida Obama sobre su "Nueva Doctrina de Seguridad Nacional", que ha bautizado como la "Doctrina Obama". Como algunos han comentado, ella contiene "un conjunto de orientaciones flexibles", "lo que no le impide en cada momento aplicar lo más conveniente" para defender la hegemonía mundial del imperialismo yanqui; que trata de esconder su carácter agresivo e intervencionista, con expresiones como: "no dictamos soluciones, pero defendemos nuestros valores"; es decir, usar a su favor los conflictos existentes en los países y regiones para imponer su plan de nuevo reparto del mundo. Por tanto, es la continuación de la guerra de agresión imperialista desarrollada bajo Bush contra los pueblos del Tercer Mundo.

Bajo esta cobertura de "defensa de nuestros valores", usa a su favor las situaciones de crisis, como la que se está viviendo en el norte de África y demás países árabes, para su intervención política, primero, en los casos de Egipto y Túnez y, después, desembocar en la intervención militar abierta contra Libia. Mientras sus lacayos saudíes invaden Bahrain, los fascistas sionistas de Israel incrementan su actividad genocida contra el pueblo palestino y los mismos yanquis intervienen más en Yemen,

Los países del norte de África y los demás países árabes, como países semifeudales y semicoloniales, están sumidos en una crisis general que se agrava con la crisis imperialista mundial que se descarga sobre ellos por su condición de países oprimidos y aumenta la opresión y miseria de las masas y sus protestas y luchas. Además que la agudización de las contradicciones interimperialistas agudiza la pugna entre las facciones de las clases dominantes nativas. Eso agudiza la contienda entre la facción compradora y la facción burocrática de la gran burguesía por el control de los aparatos del Estado, comenzando por el Ejecutivo.

LAS MASAS SE MOVILIZAN HEROICAMENTE COMO EXPRESIÓN DEL DESARROLLO
DE LA SITUACIÓN REVOLUCIONARIA PERO FALTA PARTIDO COMUNISTA

En nuestra colina, como expresión del desarrollo de la situación revolucionaria (condiciones objetivas) las masas populares impulsan sus luchas, sirviendo al desarrollo de la nueva gran ola de la revolución proletaria mundial. Las masas de estos países siempre han luchado, y ahora con mayor razón, contra las tres montañas que los oprimen: el imperialismo, la semifeudalidad y el capitalismo burocrático. Estas luchas se expresan con todo su heroísmo y odio contra los gobiernos fascistas, genocidas y vendepatrias, que mayoritariamente están a la cabeza de estos Estados. Pero por más heroicas que sean estas luchas, como en esta oportunidad, a lo máximo que llegan es a derribar al tirano de turno, es decir a que se imponga una u otra facción con sus representantes; pero el pueblo no obtiene nada significativo; la revolución democrática contra estas tres montañas que los oprimen no avanza, no porque falta un movimiento de masas dispuesto a todos los sacrificios para liberarse a sí mismo, sino porque falta el partido revolucionario capaz de dirigirlo, es decir el Partido Comunista que, aplicando el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo a las condiciones concretas de la revolución en el país, inicie y desarrolle la guerra popular para llevar hasta el fin la revolución democrática. En esta situación las masas son cada día más arena de contienda entre revolución y contrarrevolución. Lo que busca la reacción y el imperialismo es poner los movimientos de masas a su cola para sus nefastos fines.

Pero si bien, así se presenta la situación actual para el pueblo y la revolución en los países árabes, de todas maneras, los más avanzados de la clase y el pueblo, harán balance de la lucha actual y de sus resultados y madurarán las fuerzas que han de constituir o reconstituir el Partido Comunista para llevar la revolución democrática hacia adelante; desarrollando y transformando las luchas que allí se dan en guerra popular de resistencia contra el imperialismo .Ellos verán, una vez más, que sin la dirección del Partido la revolución democrática no puede avanzar; que además de algunos cuantos logros pasajeros, los frutos de sus luchas van a parar a las manos de sus enemigos. Para que cabalgando sobre ellas se aúpen en el gobierno y el parlamento del Estado (terrateniente-burocrático al servicio del imperialismo) unos u otros representantes de las facciones de la gran burguesía nativa lacaya al servicio de una u otra superpotencia o potencia imperialista. Es decir, para el recambio de autoridades del Estado opresor, para determinar quienes han de aplastar a las masas populares desde allí. Para con ello la facción reaccionaria triunfante poner los recursos naturales, las riquezas del país y la fuerza del trabajo de las masas en beneficio de sus amos imperialistas y de un puñado de parásitos del capital burocrático.

 

LA FORMA COMO INTERVIENE EL IMPERIALISMO YANQUI EN ESTA CRISIS NO ES NADA NUEVO

La intervención política del imperialismo en situaciones de crisis, como ésta, para encuadrar el movimiento de masas, es uno de los componentes de su llamada "guerra de baja intensidad" o “Low-Intensity-Conflict” (LIC). La “LIC” fue establecida por el gobierno de Reagan para pugnar por la hegemonía mundial y actuar como gendarme contrarrevolucionario mundial. Según uno de sus componentes (de intervención política en situaciones de crisis), se debería aprender a medir correctamente la situación, de tal manera que llegado el caso se vaya el odiado dictador, pero que el régimen permanezca. Donde el caso ideal sería, que los elementos naturales de su propio régimen, en el último momento, cambien de lado y se presenten como los abanderados de un régimen alternativo para garantizar así la estabilidad del Estado y apropiarse ellos, de esta forma, de una parte de la credibilidad de la oposición. Así, los Estados Unidos, podrían apoyar hasta el último momento al régimen impopular, impulsar el desarrollo descrito y, cualquiera sea el caso, pretender para sí credibilidad (ver Fred Halliday, “La Doctrina Reagan y el Tercer Mundo”, en Transnational Institute (TNI), Ámsterdam, 1987). Hoy, como vemos, este componente de su "LIC", está siendo aplicado en la situación de crisis en el norte de África para darle una salida favorable de acuerdo a sus planes, canalizándola; puede decirse: según manual (exactamente como está consignado en su doctrina de la década de los 80 del siglo pasado). Así están actuando para conjurar que en Túnez, Egipto, etc. se pueda producir una salida a las movilizaciones de las masas con un régimen o una situación que afecte a sus intereses. Están usando su “LIC” para lograr el cambio de gobierno, según sean las condiciones que se le presentan en cada país árabe, e impulsar a la facción compradora de la gran burguesía a la cabeza del Estado para que sea la que impulse los llamados "cambios democráticos y el desarrollo económico". Tal como lo anunció Bush al iniciar la guerra contra Irak. Es decir, cambio de gobierno para que dirija la privatización de todo lo que está en manos de esos Estados y también lo que, por la "corrupción", está concentrado en manos de esos "tiranos" para repartirlo entre un puñado de chupa sangres imperialistas y nativos; está claro, principalmente entre los monopolios yanquis y sus lacayos, fungiendo así, el imperialismo yanqui y los ejércitos serviles de Egipto y Túnez como abanderados de los cambios, para luego, con las condiciones creadas con su intervención política, intervenir y agredir militarmente a Libia con el pretexto de proteger a la población civil del fascista y genocida Gaddafi (no se trata de derrocarlo en primera instancia, así lo han confesado) y despedazar el país.


LOS IMPERIALISTAS YANQUIS ESTÁN CONCRETANDO SUS PLANES DE
LLEVAR SU GUERRA DE AGRESIÓN IMPERIALISTA A TODA ÁFRICA

Tal como lo advertimos en nuestro comunicado de marzo de 2003, cuando condenamos la guerra de agresión contra Irak, los imperialistas yanquis están extendiendo la guerra de agresión a África. Esta agresión está dirigida militarmente por el Africom de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos cuyo comandante supremo es Obama.

Hoy, lo hacen usando el "multilateralismo" para dar rienda suelta a sus objetivos agresivos y tratar de cubrir la violación a la "Carta de las Naciones Unidas", que prohíbe la intervención y violación de la soberanía de los países, es decir están violando su propio derecho internacional. Los imperialistas yanquis usan a las Naciones Unidas, a la Liga de Países Árabes y a la Unión Africana como sus simples instrumentos, que los toman si les son útiles o los dejan si no les son útiles.

La intervención de las otras potencias imperialistas en la "Operación Amanecer de la Odisea", se da en medio de enconada disputa por el botín antes de haber logrado sus objetivos y en medio de declaraciones contradictorias de sus principales actores, muy a propósito para tratar de ocultar sus nefastos fines. Pese a la teatralidad, de algunos cabezas de los países intervinientes, para presentar esta intervención como de su propia iniciativa, no pueden ocultar que es una intervención del imperialismo yanqui, dirigida por su Africom y usando a la OTAN. Para el primer ministro de Inglaterra Cameron, “el caballito de batalla” de sacar al tirano Gaddafi y su ayuda a los “rebeldes” libios, como para los otros países imperialistas embarcados en la intervención militar contra Libia, es asegurarse el control del petróleo y el gas de este país, pero además, Cameron busca usarla para ocultar el fracaso de su gobierno en impulsar la economía, recortar el gasto fiscal y combatir la inflación con el pretexto del alto costo del petróleo; justo, cuando caen las bombas sobre Libia, su gobierno da a conocer el nuevo impopular presupuesto. Ese "enano" sangriento Sarkozy, como cabeza del imperialismo francés trata de presentarse como el dirigente político de la agresión, cuando él como Berlusconi, cabeza del imperialismo italiano, han quedado con ocasión de esta crisis en mala situación ante la intervención política yanqui con su “LIC”: uno desplazado a segundo orden en Túnez y el otro vapuleado en Libia. Pero no permitamos sus engaños, el Africom de los Estados Unidos es el que tiene la responsabilidad de dirigir la agresión pues es su área de comando, y las fuerzas de la OTAN y de los títeres, que participan en esta agresión, se harán responsables de las violaciones que sobrepasen la propia resolución violatoria 1973 emanada del Consejo de Seguridad de la ONU. Por eso dicen: “la OTAN se hará cargo de las operaciones militares”, “pero la dirección política será de todos los participantes”, así el imperialismo yanqui, su cabeza Obama, busca no hacerse públicamente responsable de la dirección de su agresión. Y eso le cae bien a Sarkozy para ganar réditos electorales y así tratar de levantar su alicaída figura para el actual proceso eleccionario en marcha y las próximas elecciones presidenciales en Francia para el 2012. En las semanas anteriores, se decía en Francia, que “sólo una guerra puede salvar a Sarkozy”, ahora ya tiene “su guerra”. Este “enano” sangriento es experto en intervenir en defensa de los “derechos humanos de los civiles” violando todas las normas del derecho internacional, en julio del año pasado, mandó tropas francesas camufladas bajo bandera de una de sus semicolonias, Mauritania, a Malí para rescatar a un ciudadano francés, la operación fracasó a pesar de sus daños colaterales, murieron 6 personas. Fue una clara violación de la soberanía de Malí, su ex-colonia, y un claro desafío a su rival en la región, los Estados Unidos, ya que éstos “asesoran” militarmente al ejército de ese país. Antes, Sarkozy intervino en la también ex-colonia francesa del Chad para sacar de la cárcel a un grupo de franceses y españoles acusados de secuestrar niños. El imperialismo francés mantiene, como “cascos azules” de la ONU, 5 mil efectivos militares en Costa de Marfil con el pretexto de supervisar el “acuerdo de paz”. El imperialismo francés y el imperialismo yanqui mantienen una pugna encarnizada por el dominio del continente africano. Aparte de éstos imperialistas, “cabe destacar el determinante y crecientemente relevante papel que China está desempeñando en África”, su impacto político y económico se deja sentir por lo menos en 48 de los 53 Estados africanos, aunque esta vez junto con Rusia y Alemania se hayan abstenido en la votación de la Resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU. Así, con su zigzagueante diplomacia, la China socialimperialista, busca mantenerse como la alternativa, porque está segura del entrampamiento en el que necesariamente entrarán sus rivales. Rusia se abstiene, usando a Libia como pieza de intercambio. No son casuales las conversaciones entre el vice presidente yanqui Biden y Medvedev y Putin el 9 de marzo sobre Libia, la Organización Mundial de Comercio y el Tratado del Star-3. El imperialismo alemán, kantianamente se abstiene y la jefa del gobierno, la Merkel, anunció que sustituirá con militares alemanes las tripulaciones de los aviones AWACS y el personal militar de las fuerzas especiales de la OTAN que actúan en Afganistán y Pakistán, para que éstos puedan servir en la agresión contra Libia.

 

DENUNCIAMOS: QUE LA AGRESIÓN IMPERIALISTA EN LO INMEDIATO NO APUNTA A SACAR
AL FASCISTA GENOCIDA GADDAFI SINO A LA PARTICIÓN DE LIBIA

Mantener a Gaddafi permite a los imperialistas justificar la división del país en zonas de influencia. Siguiendo sus negros designios los imperialistas planean el desmembramiento del país. Por ello ya están anunciando que Francia e Inglaterra tienen una “propuesta de paz”, que no puede ser otra, que el envío de las tropas de los agresores para ocupar el país como “cascos azules” de la ONU. Eso en concreto significará la división del país: entre una parte controlada por las fuerzas “rebeldes”, de la oposición, dividida entre partidarios de la superpotencia y las potencias imperialistas agresoras, que quedarán en la parte más rica en petróleo y gas y las fuerzas del fascista, genocida y vendepatria Gaddafi con patrocinio de otras potencias imperialistas, que quedarán en la parte menos rica en petróleo y gas. Además, los imperialistas yanquis, con la militarización total de esa parte del Mediterráneo, logran otro objetivo de su intervención en la actual crisis del norte de África: tomar posiciones estratégicas para proseguir desarrollando sus planes hegemonistas.

Estamos seguros que la agresión imperialista y sus planes chocarán cada día, más y más, con la heroica resistencia del pueblo de Libia y de todo el pueblo árabe y desencadenará el odio de todos los pueblos del mundo. El pueblo de este país aplastando a los lacayos de los imperialistas, luchando por la unidad nacional y persistiendo en la guerra de resistencia dará golpes contundentes al agresor y finalmente alcanzará la victoria y el imperialismo yanqui y todos los demás imperialistas serán derrotados con toda seguridad.

Sirviendo a este camino, para garantizar la marcha victoriosa de la guerra de liberación y la culminación de la revolución democrática, corresponde a los revolucionarios de estos países tomar el maoísmo, asimilarlo, encarnarlo y aplicarlo para constituir o reconstituir el Partido Comunista, según sea el caso, como partido marxista-leninista-maoísta para impulsar la lucha armada de resistencia, pugnando por dirigirla, para transformarla en guerra popular de resistencia contra el imperialismo para aplastar a las tres montañas que oprimen al pueblo: el imperialismo, la semifeudalidad y el capitalismo burocrático, luchando irreconciliablemente contra el revisionismo, como parte y al servicio de la revolución mundial.

¡APOYAR AL PUEBLO ÁRABE!
¡YANKEE GO HOME!


Movimiento Popular Perú
Marzo de 2011


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